Este texto teatral es el más conocido de Martin Crimp, su originalidad se basa en que el libreto presenta el texto sin identificar personajes, ni el orden en que los actores deben expresarse, ni cuántos debe haber en cada una de las diecisiete escenas durante las cuales se intenta descifrar el enigma de quién es Ana.

Dicen los crı́ticos, que la obra es, sin dudas, un verdadero desafío como trabajo, debido a la ambigüedad del texto y su estructura abierta, pero esto, a su vez, lo que permite un trabajo genuino y singular.

Esto dice una de las pocas acotaciones del texto:

“Esta es una obra destinada a una compañía de actores y actrices cuya representación del mundo va más allá del teatro. Permite que cada escena, en palabras, desarrolle un contrapuesto distinto -tendrán que diseñar otro mundo que exponga la ironía-. El guion (-) indica un cambio de actor, de interpelación en un diálogo que se superpone.